El macho del Porrón moñudo no es un ave grande -unos 43 cm, ni falta que le hace. Sus intensos ojos amarillos parecen dos monedas de oro acuñadas sobre su negra cabeza, cuyas repeinadas plumas muestran, en época de nupcias, unos hermosos reflejos púrpura. Pero, además, su parte posterior está ataviada con un penacho de largas plumas colgantes que parecen salir de un casco de corte imperial.
EL color blanco flancos y vientre rompe con el color azabache del resto del cuerpo, mientras que las patas y el pico son de un tono azul grisáceo; no obstante, el pico se adorna en su extremo anterior con una coqueta pincelada negra.
Le gustan los espacios abiertos y es un gran prestidigitador del zambullido y del buceo, pues no sólo se alimenta de lo que encuentra en la superficie del agua, sino de lo que estas guardan en sus fondos.
Cuando sale del agua le gusta mucho atusarse y zarandear su cabeza para sacudirse el agua, lo que hace que su moño emplumado se mueva hacia todos los lados como melena al viento, de manera que hay momentos que le cubren la cara y le dan un aspecto fascinante.
Las fotografías las hice en el mes de febrero en las Tablas de Daimiel. En esta época estas anátidas estaban emparejadas. En una de las imágenes que muestro se pude ver a la pareja de porrones paseando tranquilamente; como suele suceder, la hembra es más discreta; todo su cuerpo es de un monótono color pardo oscuro –salvo el plumaje pardo amarillento del pecho-, el moño más pequeño y la en la punta negra del pico una peca de color blanco.
Nombre científico: Aythya fuligula. Familia Anátidas.