La Naturaleza en calma. El mundo en Paz. Una vida de Libertad.
Que vuestros mejores sueños se cumplan en este 2014 que se inicia lleno de ilusiones. Gracias a todos los amigos que me acompañáis en la andadura de este blog.
Un fuerte abrazo.
Hoy, en esta noche tan especial, he elegido al acebo como protagonista de mi tarjeta de felicitación navideña.
¿Será porque me encontraré con ellos de cara, enredados entre castaños, mirando al valle y adornados con sus frutos rojos, en la navidad asturiana? Acebo, allí también conocido como carrasco o xardón.
Donde realmente me gusta ver a las gaviotas es sobrevolando el litoral.
En las imágenes se pueden apreciar los colores que adoptan en invierno. Las patas y el pico intensifican su color rojo, pero lo más llamativo es que pierden el color chocolate oscuro de las plumas que recubren la cabeza –como una caperuza- para dejar como muestra de ello una mancha negra detrás de los ojos. La gaviota reidora no es de tamaño muy grande –entre 35 y 38 cm-, sus alas son de un color gris claro con las puntas negras y borde anterior blanco.
A estas gaviotas les pasa lo que a otras especies originalmente ligadas a la vida del litoral, que desde hace unas décadas decidieron remontar los ríos y buscar nuevos territorios en los que anidar y vivir, razón por la cual se las puede ver tierra adentro, tanto en humedales, como en embalses, lagunas, marismas… y ciudades.
En las ciudades, la comida la encuentran principalmente en los vertederos –lugares de cita de muchas otras aves oportunistas- donde el alimento es “fácil”, aunque también resulten lugares peligrosos para ellas. Es muy común verlas, al alba, sobrevolando la ciudad de camino a ellos, o cuando regresan al atardecer a sus dormideros, habitualmente pantanos o graveras. En vuelo, el grupo se dispone formando una V.
Sus colonias son ruidosas; quizá por los sonidos que emiten las hayan llamado “reidoras”, y ya sabemos todos que las risas no son siempre agradables, especialmente cuando son chillonas y el número de reidores es elevado.
Nombre científico: Larus ridibundus.
Familia: Láridos. Orden: Caradriformes
El colorido alar de Pararge aegeria es tal que se confunde con el que exhiben los suelos del campo otoñal, porque a esta mariposa le gusta mucho descansar o sobrevolar caminos arropados por matorrales, arbustos y árboles. No en vano se la conoce como mariposa de los caminos o mariposa de los muros.
Os dejo unas imágenes que he sacado en el pasado mes de noviembre, cuando las temperaturas eran tan suaves como las alas de la mariposa.
Siempre que veo una anátida pasearse por las aguas de una laguna, tengo la sensación de que en lugar de nadar se desliza por el agua suavemente para así no violentar sus aguas tranquilas, convertidas en mágicos espejos multicolores según incidan sobre ellas los rayos del sol.
Y es tanta la serenidad que me trasmite, que cierro los ojos y me imagino pidiéndole a una de esas hadas buenas soñadas en los cuentos, que me toque con su varita mágica y me convierta, por un instante, en una de ellas.
La anátida que hoy he elegido para gozar de su belleza es conocida como Tarro blanco, aunque en ciertos lugares también se la conoce como Ansareta y Pata redondilla. Los nombres vernáculos son muy variados y, con frecuencia, extraños. Tarro… ¿por qué? Quizá porque algún soñador se lo imaginó como un “recipiente de vidrio o de porcelana, con forma cilíndrica y generalmente más alto que ancho” (definición en su primera acepción de la RAE) decorando un espacio de la naturaleza? Y blanco…, sí que lo es su coloración general pero es un “tarro” muy decorado, por lo que resulta muy llamativo. Tiene una banda pectoral marrón, una línea negra a cada lado del dorso y otra por el centro del abdomen. Su cola es negra y también las alas, con espejuelo verde. La cabeza y la parte superior del cuello son de un verde tan oscuro que parece negro y su pico rojo.
Tanto el macho como la hembra son muy similares, pero en el macho la coloración es más viva y en la época reproductora la base del pico exhibe una llamativa protuberancia.
Su tamaño es grande (60-65 cm) y su aspecto y actitud es intermedia entre pato y ganso.
Nombre científico: Tadorna tadorna. Familia Anátidas. Orden Anseriformes.
Estas fotografías las realicé en el Parque Natural de las Tablas de Daimiel (Ciudad Real) en febrero de este año.