El colorido alar de Pararge aegeria es tal que se confunde con el que exhiben los suelos del campo otoñal, porque a esta mariposa le gusta mucho descansar o sobrevolar caminos arropados por matorrales, arbustos y árboles. No en vano se la conoce como mariposa de los caminos o mariposa de los muros.
Os dejo unas imágenes que he sacado en el pasado mes de noviembre, cuando las temperaturas eran tan suaves como las alas de la mariposa.
Pararge aegeria en otoño
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