Quizá sea el colorido intenso de esta lantana de sol dorado de amanecida y rojo crepuscular, lo que me ha llevado a seleccionar estas dos imágenes que llenan de luz y sabor mediterráneo los días otoñales que me tienen tan alejada del mar. O quizá por el interesante visitante de sus flores. O quizá, porque su conjunto forme un todo inseparable de una evocadora estampa veraniega.
Quien bate sus alas con una asombrosa velocidad y se cierne sobre las flores para alimentarse a la manera de un colibrí -emitiendo un sonido audible-, es una robusta mariposa de la familia Esfíngidos conocida como esfinge colibrí o esfinge colibel. Es la única especie de esta familia que tiene hábitos diurnos y a la que no sólo le gusta alimentarse a las horas de luz, sino también revolotear sobre muros y paredes para solearse y sentir el calorcito del sol. Sus alas anteriores, parduzcas y con líneas y puntos negros, son de mayor tamaño que las posteriores que son color anaranjado.
Al no posarse sobre las flores cuando se alimentan, cuentan con una larga espiritrompa -casi tan larga como la longitud de su cuerpo- para poder llegar a los lugares donde cada flor aloja su codiciado néctar. Un cuerpo que es corpulento y que a primera vista puede parecer que es un gran abejorro, pero nada más lejos de ello.
Lantana. Nombre específico: Lantana camara. Familia: Verbenáceas.
Esfinge colibrí. Nombre específico: Macroglossum stellatarum. Familia Sfíngidos.