Echinocardium

En una de las dos fotografías que incorporé en la entrada “Del fondo a la orilla del mar” cité la presencia de dos erizos irregulares. Hoy, dedico este espacio a conocer un poco mejor a estos equinoideos, emparentados con los erizos regulares que son mucho más conocidos porque se pueden ver sobre las rocas, o quizá más fácilmente, en las pescaderías de los mercados, porque de ellos se come su “caviar” que se ha puesto hace tiempo de moda.

Pero vamos con Echinocardium, que son los erizos que hoy nos ocupan y que se les conoce también como erizos acorazonados, por la forma de su cuerpo. Son más discretos, y de momento están más a salvo de los ojos y de los placeres humanos, pues habitan en las zonas submareales de los mares templados de todo el mundo, enterrados en la arena aunque cerca de la superficie. Quizá por ello, su caparazón es blanco y delicado, y aunque todo él está cubierto de espinas, la mayoría son cortas, y tan finas, que parece estar revestido por una pelusa blanca.

Erizo aboral

En esta imagen del lado aboral –convexo- (foto de la izquierda) se pueden apreciar el caparazón cubierto de espinas; las  más largas sirven para producir corrientes de agua para que las partículas que llevan en suspensión lleguen hasta la boca, que se abre en el lado opuesto.

Cuando faltan las espinas (foto de la derecha) se puede ver que todo el caparazón está recubierto por pequeños salientes que parecen “granitos” (mamelones) y que es donde se articulaban aquéllas.

Las  zonas limitadas por pares de poros (una de ellas está señalada con una estrellita roja) se llaman ambulacros petaloideos -por recordar su forma a la de los pétalos de algunas flores-, y por cada par de esos poros sale al exterior  un pie ambulacral.  Los pies ambulacrales de Echinocardium no son locomotores, pero intervienen en la obtención del alimento, en la respiración y excreción. La flecha señala los orificios genitales.

Erizo oral

Esta fotografía corresponde al lado oral, donde se abre la boca, que en Echinocardiun está ligeramente desplazada hacia el lado anterior. Se puede ver que está protegida por un saliente a modo de “visera” y por una membrana “peristomial” con pequeñas y delicadas plaquitas (flecha roja). El ejemplar aún conserva sus largas espinas y algunos pies ambulacrales retraídos.

Posterior

El ano, que en los erizos regulares se abre en el centro de la parte aboral, en los irregulares se ha desplazado hacia el lado posterior; se puede apreciar que está rodeado de plaquitas “periproctales” (flecha roja)

Resultaría muy extenso este “post” si intentara explicar realmente que les ha sucedido a estos erizos para que se les llame irregulares y que les hacen ser diferentes de aquéllos con los que comparten el grupo de los Equinoideos. Y aunque para mí es una tentación hacerlo, soy consciente que ya me he alargado bastante,

Nombre científico: Echinocardium cordatum.

Familia: Lovénidos. Clase: Equinoideos. Filo: Equinodermos.